Lo que comenzó como algo sin sentido, se ha ido convirtiendo en nuestra historia. Una historia basada en las miradas cómplices, los lugares escondidos, los besos con ganas y los momentos compartidos. Buenos, malos, monótonos, especiales, ¿qué importa si son contigo? Si me has regalado cada día una sonrisa nueva, no puedo tener razones para no seguir a tu lado. Contigo he aprendido el verdadero significado de la felicidad. Me has mostrado que todo es mejor si estoy contigo, que merece la pena estar ahí a tu lado, que tú mereces la pena. Me encanta que me digas que me quieres, que me mires y ver en tus ojos que dices la verdad. Me encantan tu sonrisa, tus labios, tu olor… la verdad es que me encanta todo de ti. ¿Sabes? te quiero. Sin pensar, inconscientemente, por instinto. A decir verdad, te has ganado a pulso todo lo que hoy puedo llegar a sentir por ti. Y en realidad, nunca pensé que fueras a ser tú, pero lo eres. Eres tú, y tu manera de ser, y de hacer las cosas. Tu forma de mirarme, tus gestos, tu risa. Eres el único que me saca una sonrisa cuando lo necesito, el que está en mis días malos y en los buenos, el que me susurra al oído un te quiero tras otro, el que cuando me besa me muerde el labio, eres esa persona especial que llena mi vida. Creo que no sabes lo mucho que te quiero. Tampoco que me levanto todos los días con las mismas ganas de abrazarte, aunque no te lo diga. ¿Qué tienes?, ¿qué es lo que tienes que nunca nadie llegará a tener? He querido de muchas maneras, pero así jamás. -Creo que después de estos 7 meses a tu lado, es el momento de darte las gracias una vez mas, por haberme tratado como a ninguna otra persona por haberme hecho sentir como una chica especial, por cada caricia, por cada abrazo, por cada beso… y dártelas también por todos los momentos que quedan por venir, que espero que no sean pocos.